BAILES TÍPICOS DE CÓRDOBA
BAILES TÍPICOS DE CÓRDOBA
Bullerengue
Se trata de un ritmo y danza ejecutado con tambores (macho y hembra), guaches y tablillas, acompañado por voces femeninas. La coreografía consiste en una mezcla de arrebatado sensualismo y alocada alegría. Los movimientos eróticos que ejecuta la mujer, como el de sobarse el abdomen inicialmente y luego los senos, además de simbolizar el estado de pubertad y calor de la hembra, simbolizan la maternidad.
Baile Cantado
Amenizado con tambor, toque de palmas y canto de bullerengue.
Bailan hombres y mujeres en un ir y venir al frente de los tambores, con un paso menudo y cadencioso en el que el hombre intenta acosar a la pareja. Mientras ellos bailan, el resto de los espectadores hace el círculo y acompaña con las palmas mientras los cantantes (hombres y mujeres), improvisan coplas resaltadas de ingenio, picardía con voces quejumbrosas.
El porro
En su versión original se amenizaba con conjuntos de pitos atravesados que a partir del siglo XX empezaron a ser sustituidos por bandas de música.
Este baile en pareja se danza circundando a los músicos, que se sitúan en el centro, encima de una tarima. La mujer lleva en la mano derecha, en alto, uno o más paquetes de velas prendidas, menea la cintura girando sobre sí misma unas veces y otras adelantando y retrocediendo. El hombre, por su parte, abre los brazos y dobla las piernas describiendo círculos en torno a la mujer sin tocarla. Por lo general el parejo lleva un sombrero vueltiao que a veces se quita para hacer una ceremonia con él, ya sea para abanicar a la mujer, golpear el suelo o colocárselo a su pareja en la cabeza.
En el porro los movimientos son lentos y consta de tres partes: danza, porro y bozá
La puya
Es mucho más rápida que el porro. Con ritmo de acusada serenidad y cadencia, la pareja baila sin levantar los pies.
El fandango
Involucra tres significados: fiesta, ritmo y danza. Cada componente tiene características definidas y logran fusionarse en la “Gran Rueda del Trópico”. Allí se materializa un ritmo alegre, dinámico y eterno.
Se baila en un círculo en sentido contrario a las agujas del reloj. De él parten todos los diseños giratorios que han representando y representan la eternidad, por no tener principio ni fin. El factor asociativo impulsa a las gentes a colocarse espontáneamente en círculo para observar el fandango como un imán gigantesco que obliga a los espectadores a permanecer en su sitio en continua algarabía disfrutando de “La Gran Rueda del Trópico”. En el interior del círculo se hallan los músicos y las parejas danzantes.
Aquí una muestra de estos bailes
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